viernes, 31 de enero de 2014
martes, 14 de enero de 2014
jueves, 9 de enero de 2014
3. BYRON.
Byron.
Era medio día, el sol seguía maquillando
todos los rincones de la oficina. Jugaba con nuestras siluetas, haciendo que
sus exclusivas sombras chinescas, bailasen sobre las puertas del armario. Byron
cruzaba la calle, en dirección a nosotros. Su pelo negro llameaba con los rayos
de sol. Andaba con la cabeza erguida, orgulloso a cada paso que daba. De mirada
descarada, desafiante y fanfarrona, no dudaba en enfrentarse a ti en cualquier
momento. Solo por caerle mal, te murmuraba, te acosaba, te maldecía, y te
perseguía en tu caminar buscando agraviarte. Y si nada le distraía, se sentaba
junto a la puerta de entrada. Ahí se quedaba con los ojos cerrados, y dejando
pasar las horas muertas.
Mientras yo no hacía más que
darle vueltas al propósito de juntarnos tanto tiempo después, los compañeros de
clase. La idea y el deseo de plasmar ese pensamiento en la realidad, se alejaba
mucho de un simple bosquejo. Teníamos que unir muchos elementos para conseguir
diseñar una obra de arte, la cena.
Buscar no es tarea fácil. Preparar una lista, acordarte de quien se
sentaba a tu lado, como poder encontrarlos,
la partida había comenzado. Ya no había marcha atrás, el final estaba
escrito, solo quedaba desarrollar una bonita historia. Eduardo, el dueño del
bar que hay frente a la oficina, llamo a Byron. Este con su particular gracia
se levantó y se fue garboso a la llamada de su amo, buen perro.
martes, 7 de enero de 2014
sábado, 4 de enero de 2014
viernes, 3 de enero de 2014
miércoles, 1 de enero de 2014
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