inocencia
Siempre
desee con la mayor inocencia
que
todo lo mío no fuese una leyenda.
Nunca
permitiría que el mundo,
su mundo, fuese de otra manera.
Que
los momentos más alegres de su vida
recibieran
la ternura, el amor
y toda la admiración posible.
No
hay nada que desee más
que
levantar los ojos
y mirar a los suyos profundamente.
Su
mirada baja, sonrojada,
perdida
en el vacío.
Sus
labios ligeramente abiertos,
le
comenzaron a temblar.
Confiado
y atrevido le susurraba
todas las palabras que estaba echando en
falta.
Los
sentimientos tintinearon todo su ser.
Soñar
cada noche y pensar
que quizás no sepa quién soy.
Pero
su corazón me brinda
el
tiempo para devorar cada momento.
Y
que mi amor sea su defecto.