viernes, 24 de marzo de 2017

IMPULSO

impulso

Escribo en fragmentos de papel
recuerdos que recuerda mi cabeza.
Historias sin contar
que guardo bajo la piel,
imágenes de pura fragilidad
que ya no me dejan.

Envuelto en una bruma,
agotado por mi mala obediencia,
cambio lágrimas negras por negras letras,
 de la insensatez a mi pluma.

Tengo mil ojos para verte,
 aunque tú ya no veas  su fulgor.
Iluminas el rincón de las sombras                               
con un vacío perdón.

Sé que piensas que ya no soy yo,
que algo cambió dentro de mí.
Que oculto ese frío deseo
de sentir.
 Que no confieso ningún amor
que  consuma el frío dentro de mí,
que alivie de mi alma el dolor
de vivir.

Sigo deambulando
entre los restos del café,
donde los sueños son tan reales
como la realidad sueño es.

 Busco esa mirada tuya
sentados frente al piano.
Nada es lo que era,
todo fue inesperado.
Aquella tarde de primavera
se besaron nuestras manos.

No tengo miedo a romper el momento
y me siento como aquella primera vez,
como un tonto en el peor de los casos,
que nada de nada ha de saber
para perderme en tus brazos.

Sé que piensas que ya no soy yo,
que algo cambió dentro de mí.
Que oculto ese frío deseo
de sentir.
 Que no confieso ningún amor
que  consuma el frío en mi,
que alivie de mi alma el dolor
de vivir.

Tengo la necesidad
de escribir para  entender,
de alargar el tiempo entre tus manos,
de buscar todas las cosas que no supe ver
en tus días cotidianos.
 Quiero ser un latido en pie de guerra
 y de tu gracia un imán,
porque tú eres la mujer de mi tierra.

Sé que piensas que ya no soy yo,
que algo cambió dentro de mí.