sábado, 28 de diciembre de 2013

Melcar

Querida Melcar:

           

        Lamento no haberte dicho nada en tanto tiempo. Me sentía perdido, tan solo acompañado de un sentimiento roto, fruto de mi impericia y mi juventud. Anduve torpemente, herido por un cumulo de indecisiones. Me encontraba un poco loco. Aunque siempre supe dónde estabas, sigo creyendo que algo fallo. El tiempo fue cubriendo el camino, y esperar fue una  quimera,  una pesadilla, una sin  razón. No tuve el valor de romper mi silencio y dar el paso necesario, para ir en tu busca. Pido perdón por dejarte entrar en mis sueños, y hacerte mi cómplice, a sabiendas de tu desconocimiento.
       No es fácil despertar, y ver la soledad, desayunando contigo cada mañana Pido perdón por no haber tenido una palabra, para decirte lo que siento, desde que mi sufrir es tu latido.  Perdona mi atrevimiento, por querer estar junto a ti, y afianzarme con todas mis fuerzas a este deseo. Ya no entiendo este caminar, si no vamos juntos. Poder perderme en la profundidad de tus ojos, equivocarme con cada palabra, sufrir cada momento tuyo. No, yo no quiero riquezas, quiero bailar contigo, susurrarte, cerrar los ojos, y seguir fascinado como el primer día.

1 comentario:

Unknown dijo...

És precioso.
No sé a quién va dirigido o si va dirigido a alguien, pero estoy segura que cualquier mujer que lo lea pensará que és para ella.