mi pasajera
Con
un café de negra madrugada
y
los sueños aun por terminar,
entre
un enjambre de encajes blancos
y
algunos deseos por estrenar,
moldeo
con la mirada su callada piel
y su ternura de cristal.
Celador
de sus noches en vela,
de
sus historias dormidas y de ese
tranquilo amanecer.
Es
una ola de viento que sientes y no ves.
Una
explosión de color y sentimientos en lo más profundo de tu ser.
Tantas
risas prietas de emociones.
Tantos
otoños vencidos bajo las hojas secas.
Tantas
navidades adornadas de falsas intenciones.
Nada
es tan fuerte que la saque de mi cabeza.
Entre
los monstruos que me anidan
y los sollozos de sus lagrimas,
danzan
a nuestro alrededor siniestros y malvados
los
abrazos y el desamor.
Entre
el ayer y ese mañana que no llega
desnudo
el lienzo de un nuevo día.
La
vida ya no tiene más argumentos
sólo
silencios y palabras vacías.
Es imposible olvidar y que te olviden,
y complicado ser quien tu quisieras,
pero
algo es ciertamente indiscutible
ella
es mi única pasajera.
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