domingo, 6 de julio de 2014

LADO OSCURO

Lado oscuro

Aun no peino canas, pero a cierta edad los recuerdos están demasiado lejos, como para pellizcarlos y traerlos a la luz. Empiezo a tener ciertas limitaciones,  el cajón cuajado de años,  y la memoria  debilitada  por el tiempo y la distancia. Sé que desde que tengo uso de razón, ella se fijo en mi, y desde  entonces me acompaña. Sus ojos melancólicos y tristes, no dan  cabida a ninguna  efusividad. Su expresión seria y respetuosa, nunca cuestiono en modo alguno mis decisiones. Siempre a mi lado y no me pidió nada a cambio, solo estar ahí, presente en mi camino. Al principio, cualquier momento era el idóneo para hablar de tantas cosas nuevas, que anidaban en mi cabeza. No hice nada sin haberle consultado antes, le inquiría con todo tipo de preguntas, intentando arrojar luz a los problemas que surgían, encontrando respuesta que antes no tenía. No podía definir nuestro vínculo como una amistad, aunque  ha sido compañera inseparable y  jamás me abandono a mi suerte, nuestra relación no llego más lejos. Me enseñó a meditar y a echarle razón a  mis controversias, argumentando las más simples cuestiones de la vida cotidiana. Hemos crecido juntos, a pesar de su aspecto mayor. Me gusta ir a buscarla al final de la rambla, en el último banco, bajo las sombras de los árboles. Se está tranquilo, fresco y se oye solo los caños de la fuente. No importa el tiempo que estés sentado con ella, no acabas de acostumbrarte a su presencia. No es una bendición, ni tampoco es el maligno, pero me siento pletórico a su lado. Lo más admirable es que no te decepciona, y disfruto de ella aunque nunca me haya abrazado.  


No hay comentarios: