T e Q u i s
i e r a
Te
quisiera dar el perdón,
pero
ni siquiera tengo derecho a juzgarte.
Quisiera
poder besarte, pero perdí mi ocasión.
Quisiera
no haber tenido respuesta,
pero
provoque una cruel situación,
preguntarte
fue la gesta, perder fue mi canción.
Soy
un adicto de la inseguridad,
y
el horizonte siempre es oscuro,
ese
día todo era vitalidad, hasta que cambiaste el futuro.
Tuvimos ratos de conversación verdadera,
Tuvimos ratos de conversación verdadera,
momentos
que tienen los buenos amigos,
en
los que se mira de otra manera
y
en los que fuimos únicos testigos.
Contentos
de disfrutar, aunque tú ya no lo mientes,
nuestras
risas se quisieron enlazar,
pero
no era yo el mejor pretendiente.
Era
un respirar sano, solo verte reír,
cogerte
de la mano aún me hacía más feliz.
Nunca
llegamos a ser pareja, y muchas veces fuimos dos,
solo
me falto una reja para llevarte una flor.
Quise
conocerte más allá de las montañas,
y
quisiera entenderte ahora después de tantos años.
Hablar,
reír y soñar son tres de los ingredientes,
que
a pesar de mi humilde fracaso,
fueron
suficientes para tenerme detrás de tus pasos.
Y
aun te sigo viendo con la misma frescura,
con
tu risa de otra parte,
embriagado
de locura y deseando como no, besarte.
Quisiera
olvidar tantos instantes,
que
para mí siempre existieron,
quisiera
ser el caballero más galante, para decirte: “te quiero”.
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