Corazón
Que alegría que vuelvas a ponerme
nervioso, que contento cuando excitas sin más mi piel, que gozo sentirte de
nuevo, que hilarante tu risa de juez. Te sigo desde muy niño casi con el primer
andar, mis manos te buscan inquietas, queriendo acariciar tu arrullo, esa nana
delicada y suave, que me domina y me hace tuyo. Quiero seguir tus pasos, ser
fiel a tu camino, sentirme seguro al respirar tu esencia, y juntos hacia un
mismo destino, ser tú único amigo, tu voz y tú conciencia. Jugar cerrando los
ojos, y extender los brazos al viento, saber que en todo momento que tocarte en
cualquier lugar, es rozar el cielo y perder el sentido, te digo y no miento que
es la pura verdad. No te hice caso en todo este tiempo, y acabe enfermizo en
una oscuridad. No quiero creer que en ninguna circunstancia me dieses la
espalda, sin motivos y con maldad. Que felicidad sentir esa mirada ciega, la
dicha de que me llames solo a mí, que me colmes de bondad infinita, sueño
abrazarte aunque estés dentro de mí. Creo tener el derecho a saberlo todo de
ti, cuando sufres, porque lloras y que te hace reír. Sé que no gastas malicia,
y te aflige cualquier cosa, que huirías sin pensarlo dejándolo todo atrás, pero
aun llevando siempre disfraz, te pesaría como una losa. Caigo al vacío cuando
no oigo tu voz, y un sudor frio recorre mi ser, no quiero caer en ese sueño
malsano, que enfermizo me duerme, me aparta tu mano y me atrapa en su red. No
puedo aplaudirte, y mucho menos juzgar, no voy a herirte por una mera opinión, formas
parte de mí y pensamos igual. Quiero seguir eternamente contigo… corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario