sábado, 2 de agosto de 2014

L A T I D O S

Latidos


Escribo en mi respiración el tañido de su nombre, resuena mi razón que oculte de por vida, protegida por designio de este  hombre, que  supo soñarla bien pero no vivirla. Peldaños de esa infancia que temí pisar junto a ella, languidecen en el recuerdo porque nunca los subí. Los latidos, enfundados como balas de metralla, anidan este oscuro corazón que no ha dejado de sufrir. Turbado por los años, mi silencio jamás pronuncio una palabra, con las manos atadas de indecisiones, acaricie el dolor más inhumano, y mis ojos encanecidos siguen clavados en el cielo más lejano. Todo este tiempo negado, murió lapidado, de la forma más macabra. La historia no está vacía, aunque las páginas sigan en blanco, los sueños iban llenando la parte que no se escribía. El tiempo paso deprisa, y los años doblegando, jamás descuide el faro que fiel trazaba mi guía. Me acomode en una nube contemplando el devenir del mar, y aunque la vida quiso que ella no fuera consciente, su esencia siempre estuvo más viva que presente, y no tuve en ningún momento razones para olvidar. De vuelta de todo no estoy ajeno a mis dudas, escrupuloso, en los mismos errores volvería a caer. Repetir la misma historia seria la peor de mis curas, pero un reencuentro inesperado, no lo dejaría correr. Le quisiera desilusionar en otra oportunidad, sabría cuál es la razón y por qué no fue elegida, un sentir tan puro que suena irreal, por prometer más ilusión que un querer de verdad. Es la persona más buena, que tiene un gran don, ser su amigo es mucho, amarla y quererla una ilusión.



No hay comentarios: