martes, 12 de agosto de 2014

Junto al mar

Junto al mar

     Desorientado por las incontables huellas que hay en la arena, rodeado por un ingente número de cuerpos medio desnudos, que se mueven de aquí para allá como alma en pena, triste por no saber disfrutar de este momento tan crudo. Puede ser cosa mía o quizá una contrariedad, pero es pura satisfacción y una felicidad difícil de conseguir, poder estar entre tanta gente y no verlos de verdad, bonito sueño cerca del mar y cuando estoy junto a ti. Aun cuando estoy bien acompañado suelo sentirme solo, estoy solo incluso estando conmigo mismo. Lejos de agraviar a mis acompañantes, quisiera estar en el mismo polo, porque mi mente se mueve veloz en busca de un espejismo. Hay sitios por doquier y momentos infinitos, para evadirme sutilmente y parecer que no estoy. Uno de ellos es estar sentado junto a la mar, si ya sé que es un mito, viendo el eterno nacer de las olas, una tras otra y el oírlas llegar. Desde el horizonte hasta la arena mojada, se acercan cambiando su color, vuelan juntas hermanadas bramando su canción. Buscan a ciegas en la orilla, encontrar un soñador, regalarle una estola blanca y besar sus pies con tesón. No hay nada más que me cautive, como es la inmensidad del mar, te atrapa cuando le miras, te seduce al mojar tu piel, y una vez en su red quien se quiere liberar, aunque sufrieras una mutación que sumerja todo tu ser. No me canso de fantasear mirando el horizonte, para tener una vida plena, de paz y sosiego en la más profunda oscuridad. Todo es magia, todo es sueño, sin moverte de la arena, guardo amor juegos y penas como Joan Manuel Serrat.







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